Amor dividido (Capítulo 10)

Publicado en 11 Diciembre 2013

Amor dividido (Capítulo 10)

Cuando se despidió de Sergio, dejó el iphone encima de la mesa del salón y se dejó caer en el sofá. Clavó los codos en sus rodillas y con la cabeza entre sus manos, empezó a llorar desconsoladamente. Hacía mucho tiempo que no amaba a Nick, que no le echaba de menos y que deseaba con todas sus fuerzas no volver a saber nada de él en toda su vida, pero enterarse de que había muerto, le dolió demasiado. Él fue el primero de quien se enamoró y con el que compartió cosas muy importantes para ella. Junto a Nick, todo eso había muerto para siempre. Estuvo durante un rato asimilando que había desaparecido de su vida para no volver nunca más y pensó que probablemente, era mejor así.

Alberto estaba cansado de la actitud que Bárbara había estado teniendo con él últimamente y decidió armarse de valor y peguntarle directamente. Bárbara no se mostró demasiado receptiva, sino más bien, esquivaba sus preguntas una y otra vez, sin poder dejar de pensar en Rubén. Ese chico ejercía sobre ella tal atracción y magnetismo, que ni siquiera cuando estaba con Alberto era capaz de quitárselo de la cabeza. Se sentía frustrada y culpable a partes iguales. Cuando estaba con Alberto, no sentía las cosas que sentía estando con Rubén. Rubén era apasionado y temperamental, mientras que Alberto era tranquilo y cariñoso. Uno era la paz y el otro era la tempestad.

Bárbara empezó a acordarse de la caja que recibió meses atrás con los regalos que tan sospechosamente delataban su forma de ser por completo. ¿Quién me conoce tanto como para poder saber todo aquello? No paraba de hacerse la misma pregunta una y otra vez y la respuesta era siempre la misma. Alguien que posiblemente, la había estado espiando y vigilando de cerca para saber todo eso. La idea rondaba por su cabeza una y otra vez, pero no sospechaba de nadie. Sergio tampoco podía ayudarle demasiado al respecto, aunque siempre intentaba alejar la idea de su cabeza, ella se resistía a dejar de pensar en ello. Un día en el que sintió ganas de ver a Rubén, lo hizo, pero para acabar con todo de una vez. El sentimiento de culpabilidad no la dejaba vivir en paz.

_ Rubén, esto no puede seguir así. He estado intentando dejar de pensar en ti o esquivarte de todas las formas posibles y no lo consigo, pero es a Alberto a quien quiero.

_ Bárbara, Alberto es ambicioso, pero has de saber, que yo lo soy aún más. A mí ahora mismo me da igual con quién estés. No tengo nada que perder.

_ ¡Alberto y tú sois amigos desde hace años! Al final me estás obligando a contárselo y entonces será con él con quien tendrás que aclarar todo esto.

_ No lo vas a hacer y lo sabes.

Cuando terminó de pronunciar esas palabras, pudo sentir como el nerviosismo de Bárbara iba en aumento. Se quedó paralizada ante él, incapaz de articular una palabra más. Cuando estaba delante de Rubén, se sentía diminuta e insignificante. Podía sentir el control que ejercía sobre ella y lejos de asustarle o de darle miedo, le atraía aún más hacia él. Pero se resistió una vez más. Era de Alberto de quien estaba enamorada y traicionarle con su mejor amigo no formaba parte de sus planes. Antes de que a Rubén le diese tiempo a actuar o a decirle nada más, salió corriendo por la puerta. Igual que lo hizo la vez en la que la besó. De la única manera de la que podía escapar de él.

Al llegar a casa, tuvo una intuición. Algo le decía, que examinara con más detalle la caja en la que recibió todos los regalos misteriosos que alguien le envió. Sacó la caja del armario y empezó a vaciarla, hasta que no quedó nada más dentro. El remitente misterioso había tenido un descuido. En el fondo de la caja había un trozo de papel con algo escrito. Lo cogió y lo leyó.

“Ningún precio es demasiado alto para mí”

¿Ningún precio es demasiado alto para mí? ¿Qué quería decir con eso? Sin dudarlo ni un segundo, llamó a Alberto y pensó que ya había llegado el momento de pedirle perdón por lo fría y distante que había estado con él recientemente. Realmente, no se lo merecía. Era demasiado bueno con ella, le había dado cosas que nadie jamás había sido capaz de darle, pero por alguna extraña razón que no comprendía, no conseguía sacarse a Rubén de la cabeza y le odiaba. Le odiaba y le deseaba a partes iguales. Empezaba a resultar agobiante la idea de sentirse atraída de esa manera por alguien de quien no debía. Pero todo era demasiado complicado. Cuando Alberto llegó, estaba triste, pero después de hablar durante un rato y de disculparse cariñosa y sinceramente con él, le cambió el estado de ánimo y parecía que todo volvía a ser como antes.

_ Hay algo más, ¿verdad?

_ No, ¿por qué lo dices?

_ La forma de mirarme, tus gestos…….parece que me estás ocultando algo.

_ Creo que hay alguien que me está espiando. Me siento muy nerviosa últimamente por eso.

_ Ya sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Te quiero y nunca voy a dejarte sola. ¿Lo sabes no?

_ Lo sé cariño. Muchas gracias por entenderme.

Alberto deseaba con todas sus fuerzas ayudar a Bárbara. Descubrir quien la estaba espiando. Quien podría tener las agallas de hacerle algo semejante a su novia. Sospechaba de todo el mundo, menos de quien más tenía que sospechar. Rubén nunca estaba en su centro de mira cuando pasaba algo malo y esta vez tampoco iba a ser así. Rubén era más que su mejor amigo. Era como el hermano que nunca tuvo, el apoyo que nunca le faltó en los momentos difíciles, su paño de lágrimas ante cualquier dificultad u obstáculo que la vida le pusiese en el camino. Nunca había confiado tanto en un amigo como en él y eso le hacía estar al margen de todo.

_ Rubén, con Bárbara las cosas no van bien. Están pasando cosas muy raras últimamente y hoy me ha dicho que cree que hay alguien que la está espiando.

_ Las mujeres a veces pueden llegar a exagerar demasiado las cosas. ¿Quién la va a espiar y por qué?

_ No lo sé, pero hay algo o alguien detrás de todo esto y eso es lo que voy a averiguar como sea. ¿Me ayudarás?

_ ¡Claro! Para eso estamos los amigos.

Etiquetado en #Relatos

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A
Me encontre este relato por casualidad y me encanto, sin duda seguire leyendote
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M
Un placer leerte, y desde luego merecido merecidísimo el premio recibido.<br /> Enhorabuena por un magnífico relato, una vez más.<br /> Si no te importa, te incorporo Bosque de las Hadas, a mi lista de lectura de blogs, que aparecerá en mi página. De nuevo, millones de gracias y deseando leer la nueva aventura.<br /> http://www.lasrubiascaminansolas.es/
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E
muchas gracias por tu comentario y por seguirme Maria! :)<br /> El relato, aunque así lo parezca, no está acabado. Aún me faltan unos capítulos más por subir al blog, pero por motivos laborales y personales no he tenido tiempo.<br /> Espero poder retomarlo algún día.<br /> Una vez más, gracias por leerme y encantada de conocerte. Un saludo! <br /> <br /> PD: Le echaré un vistazo a tu página en cuanto tenga un hueco ;)